Dos monitores

General, Tecnología

Cada día, fijándome en mis necesidades y en las aplicaciones que van apareciendo, me doy más cuenta de lo útil que son dos monitores o, en su defecto, un monitor convencional y otro “distinto”.

La gente poco a poco empieza a conocer lo que significa el tener múltiples escritorios en una misma sesión de usuario en su ordenador. Imagina que, mediante el método que sea, puedes disponer de x espacios de trabajo cada uno con sus programas abiertos, su fondo de escritorio y sus widgets. Esta idea lleva asentada en el mundo UNIX bastante tiempo y desde que salió XP existe un PowerToy llamado Virtual Desktop Manager (gestor de escritorios virtuales) que permite hacer lo mismo.

Bien, todo increible, tengo mi navegador en un escritorio, mi programa de música con el directorio de mp3 abierta en otro y en un tercero el Gimp, el procesador de textos y lo que se te ocurra a tí. Pero hay algo común en todos ellos, o que al menos me gustaría tener a mano siempre: los notificadores.

¿Qué es un notificador? Simple, una aplicación que, al producirse cierto evento, cambia. Puede ser al detectar nuevas noticias en el periódico, al cambiar la temperatura, al terminarse el tiempo que configuraste en el horno para cocinar ese pescado con cebolla, patatas y perejil en que tanto cariño has puesto o al faltar 10 minutos para tu programa de TV favorito.

¿Es útil un monitor convencional para mostrar este tipo de cosas? Sí y no; sí lo es porque normalmente fijas en él tu atención pero no lo es por estar dedicado a otros usos y no fijarte en él constantemente. ¿Dónde deberían mostrarse esta información? Quizás se podría reservar un espacio en el monitor para mostrar esta información, o utilizar una pantalla estirada adicional, o incorporar un notificador en el reloj de cada uno…

Sea como sea cada día tengo más necesidad de disponer de un espacio más amplio para trabajar ya que quiero tambien tener esas alertas disponibles en un vistazo. Visto de otra manera, para una organización más óptima no basta con escritorios virtuales, sino con otra pantalla, aunque no sea con un formato tradicional.