Tiempo de relajación

General, Poesía

El frío alejó el calor de tus manos
de la rutina enferma de mis sueños.
Ahora no comprimes mi estómago con tus ojos
ni me llenas de tí mis momentos.

Pero echo de menos tu herida dulce,
en mi lecho tus ojos al cerrar los míos.
Echo en falta mi corazón dilatado
en las noches de onírico desvarío.

Y tu vida transcurriendo en el plano de siempre,
del que me he desuscrito, cuya imagen
no me visita cuando solo desierto.

Mis sentimientos se relajan despacio
a la espera de otro impulso,
del suspiro de otros labios.