Tecleo espúreo

General, Poesía

Tu piel de luna llena envuelta en lana salvaje
desarrollándose a lo largo de tu cuerpo en reposo
se escapa de mis manos, se aleja de mis ojos:
pupilas cansadas de no ver a nadie.

Y tú, rodeada de lejanía en un mundo claro
de luz y aire, de mar y viento húmedo.
Aqui las horas son como babosas sin hogar,
una nube muerta que alguien olvidó en el cielo.

Mis sueños se condensan en grandes charcos
con el vapor de tus palabras y los bits asíncronos
que cuando piensas en mí estallan.

De noche acaricias mis adentros lejana,
como el aullido de un licántropo malherido:
escalofríos de dudas y sed de ansia.