Resaca de un amor, ya sin dolor

General, Poesía

Ya no recuerdo ni el sabor de tus labios
ni cómo sobre los míos sonreían.
No sentimos juntos pero perdidos en vano
entre volutas de vino de estantería.

Y hoy aún eres tú tras esas pupilas de lágrima,
hemos crecido en el milagro de nuestro tiempo;
pobres de nuestras miradas en la villa de hierro
por encontrar una salida oscura en este sueño.

Tan callados nos alimentamos de amaneceres,
de libros y de ruedas, de nubes y de fuentes;
por separado agarrados al mismo clavo de alfileres.

Y aún sin soñar conmigo en tu despertar, hay una mirada
de arterias concentradas en tus manos de hada
que no me dejará solo, sin tu hombro, en nunca jamás.