Ninfa invisible

General, Poesía

Este mayo nos mira de reojo y da forma
a olas verdes de verdes hojas sobre tu pelo.
Eres tú el viento entre las moles de piedra
que muere en el rompeolas de mis ojos.

Ausente miro tu cabello, de lluvia húmedo
arrastrando un abril líquido, fluyendo
como un río de cobre entre dos miradas
de recuerdo, melancolía bañada en llanto.

Alza tus párpados y hállame frente a tí,
dame horas, dame susurros, dame tu sueño.
Seré la manta que resguarda tu dormir.

Alza tus brazos y acércame a tí,
dame viento, dame agua, dame esencia.
Seré aquel que siempre estuvo aquí.