La ética de las operadoras

Internet

Hace un par de semanas compramos un portátil para mi padre y para mí. Pues bien, a los 4 días desactivé la conexión de red inalámbrica; supuse que así la batería se gastaría algo menos a base de no dispersar ondas electromagnéticas por el espacio libre.

Hoy la activé de nuevo y sucede que un vecino mío ha debido contratar una conexión ADSL con router Wifi 3Com. Vaya, pues que he estado toda la tarde navegando, bajando programas, etc… a costa de mi vecino, él no estaba conectado… Pues sobre las ocho de la tarde haciendo la prueba de si estaba conectado veo que sí, y por curiosidad (no por maldad oiga) veo que tiene sus documentos compartidos: dilema moral.

¿Qué hago? Satisfago mi curiosidad (natural del ser humano oiga) o me inhibo de curiosear en los trabajos de mi vecino.

Decidí que, por hoy, me lo pensaría. Creo que lo que haré será husmear un poquillo, ver quién es (pillar un documento de Word, ver el autor y mirar en el buzón) y luego ya me plantearé si le aviso mediante una nota en el buzón, un archivo de texto en su escritorio o un formateo de disco duro (es broma ;)).

Pero es que no es lo único, si cuando él mira el correo arranco mi analizador de red favorito (Ethereal) podría ver su contraseña, el correo que envía, el que se trae, las páginas que ve…. Esto no es serio señores.

(…)

Pues eso, que no puedo entender como la empresa que le ha instalado el invento (Ya.com supongo) no se lo ha configurado correctamente; hay varias maneras de securizar una red inalámbrica: encriptar con WEP, que el router tenga filtrado de direcciones MAC, etc…

Y que por displicencia de una empresa un pobre hombre (que encima les paga) tenga sus documentos abiertos al público y su conexión sea utilizada por cualquiera (en este caso un chico muy simpático que tiene un blog maravilloso, jajaja) no me parece bien.

Por lo pronto su router me ha asignado mediante DHCP una dirección IP hasta el 19 de enero de 2038, así que, si no viene algún colega a configurarle el router tengo conexión gratis para navegar para rato desde mi casa sin cables.

(…)

Me encanta navegar tirado en el sofá sin estar conectado a nada: la Internet y yo. Era un deseo que tenía desde hacía muchos años y por fin el navegar sin cables se ha hecho posible.

La era de la indiscrección digital ha llegado. Últimamente me rayaba porque no sabía cuando me doblarían la velocidad del ADSL… Por lo menos me quedo más tranquilo sabiendo que a mi vecino tampoco se la han doblado.