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¡Cómo me gusta que sean las 8 de la tarde y esté viendo las nubes iluminadas desde mi ventana! Me encanta la sensación de que cada día el día dura más (valga la redundancia)… Lo malo es que este curso me siento mucho más agobiado que el pasado aunque lo veo todo más fácil. La respuesta a esta, aparente, incoherencia es que hay más prácticas (en número de páginas de los enunciados y en número de prácticas en si), que te hacen trabajar día a día… Pero como intento decir siempre el mundo puede ser bello si uno lo intenta… No te cuento si lo intentan dos ;)

Desde casi siempre he tenido a los años ochenta como una época de inocencia, la cual fuimos perdiendo durante los noventa. Puede que sea porque en 1990 yo tenía 6 años y ya iba dándome cuenta de las cosas… Pero tengo la sensación de que esa inocencia llegaba a toda la sociedad:

* Quizás fueron los inicios de la democracia en España y con ello la ilusión de armonía, cultura y liberación; y en los noventa llegó la corrupción, la derecha al poder… parecía como si el futuro apocalíptico que nos mostraban películas como Akira se fuera a cumplir.

* Quizás fue que en el cambio de década dos bastiones del comunismo cayeron (la URRSS y la reunificación Alemana -> ver Goodbye Lenin)… * Quizás fue el progresivo avance de la tecnología y cómo esto hacía que las relaciones interpersonales se fueran valorando cada vez menos…. * Quizás fue la llegada de la violencia y lo desagradable a la televisión; sólo hay que ver series como El Comisario que, a parte de poder ser buena argumentalmente, me da asco mirar. Programas como [Gran Hermano][1] y sus variantes, … * Quizás fue el darnos cuenta de que nuestro planeta no era un bien ilimitado y que lo estábamos destrozando; aunque no parece que eso nos importara mucho ya que ahora lo violamos más que nunca. No sé por qué pero creo que es verdad que a lo largo de los noventa en España hemos ido perdiendo la inocencia más rápido que otros paises de nuestro entorno geopolítico… Quizás es que a ellos ya les quedaba poca, o quizás es que aquí nos costó más darnos cuenta de la realidad por ser “como somos”. Me gustaría mucho que, quien quisiera, opinara sobre esto. (…) Cambiando de tercio, y viendo como ya son las ocho y cuarto y el Sol ya enfila el horizonte y golpea los ladrillos del edificio de enfrente como todos los atardeceres (saltándome la costumbre adjunto foto) prefiero dejar más opiniones para mañana… Sólo una cosa más: Tod@s recordamos cómo se ha movilizado esta ciudad (Madrid) por los 200 muertos del 11M: anuncios en el metro convertidos en mensajes del gobierno de la región; ventanas convertidas en lágrimas negras, especiales en periódicos y televisiones, manifestaciones multitudinarias (en mi opinión no tanto como la que pedía que esta locura no comenzase hace un año) y demás cosas que nos han hecho perder un poco más la inocencia durante esos minutos de silencio. Tod@s recordamos… Quizás los más de 600 muertos iraquies durante los últimos seis días también merezcan minutos de silencio. Quizás la masacre que los yankees (con Aznar de comparsa) han producido durante este año en el que han muerto entre 8.865 y 10.715 civiles iraquíes (según [Iraq Body Count][2]) (sí, 50 veces más que en el atentado de Madrid) también merezca muchos minutos de silencio… Leí hoy de reojo en el metro que cada muerto del 11M fue llorado por 2.000 personas de media que lo conocía directamente. Por tanto en Iraq habrá ahora 200.000 personas llorando. ¡Ah no! Me olvidaba de que muchos de ellos no podrán llorar por haber sido asesinados también. Estados Unidos asesina por petróleo. Aznar sigue la comparsa por lo que, al menos para mí, es también un asesino. Él se queja de que haya alumnos en la [UPV/EHU][3] que pertenecieran a ETA. En ¿Georgetown? deberán quejarse por tener a un terrorista de estado como profesor; a un asesino cómo “educador”. Esa es la recompensa del mercenario (el que cobra por asesinar): ser el profesor hipócrita que cobrará algún fajo de billetes por dar un par de conferencias al año en una universidad yankee. Ahí te pudras.